Es realmente molesto el hecho de haber comprado unos nuevos zapatos, llegar a casa y percatarse de que estos te quedan un poco más apretados de lo que llegaste a pensar o sentir al momento de comprarlos, tal vez hayas pensado no es para tanto o e un par de días ya estará, pero al usarlos y ver como no pasa tan rápido, tanto que tus dedos te duelen los talones igual incluso te pueden llegar a salir ampollas. Tal vez te preguntes ¿Qué hago? ¿no me los pongo? Sería una lástima que dejaras de usar unos zapatos solo por estas razones pero las soluciones no parecer ser otras que dolorosas.
Suele pasar en muchas ocasiones en la tienda vez los zapatos te los pruebas y se ven bien pero en casa vez en verdad como te quedan y pasa en muchas oportunidades porque compramos una cierta talla porque ya la siguiente quedará muy suelto, o el zapato no se adapta del todo a la forma del pie y comienzas a sentir pellizcos incómodos en la parte delantera del zapato.
Las soluciones parecen escasas puede o bien llevarlo a un zapatero y pedirle que estire el zapato para usted, pero en muchas ocasiones lo que hace es representar un gasto extra en el zapato, o por el contrario usarlos aguantando la incomodidad hasta que esta con las semanas pase, a expensas de nuestros pies, pero hay una bastante inusual de hecho que te dará los mismos resultados sin el dolor que conlleva.